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Vía de la Plata en Bicicleta

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La Vía de la Plata en bicicleta, un recorrido cargado de historia, siguiendo un trazado que va de Mérida a Gijón.

Antes de comenzar

Después de meses de trabajo, de recopilación de bibliografía e información, de estudio sobre el terreno, de elaboración de mapas y perfiles, de localización y digitalización de fotografías, etc. tenemos la suerte de presentaros un itinerario para bicicleta de montaña que sin duda cautivará y se hará inolvidable a todo el que se decida a llevarlo a cabo, ya sea de forma completa o en alguno de sus trayectos intermedios. Sin duda es una de las mejores rutas de gran recorrido que se pueden hacer en la Península Ibérica.

La idea de publicar esta ruta surgió cuando un grupo de Amigos del Ciclismo, el Club Cicloturista Gran Canaria, decidió recorrer en bicicleta el trayecto entre Mérida y Oviedo a lo largo de la legendaria Vía de la Plata, a lo largo de un viaje de nueve etapas, de un día de duración cada una, con un total de casi 700 kilómetros. Fue en ese momento, cuando nos propusimos publicar, una vez concluido el viaje, tanto los planes de ruta que se iban a llevar en el trayecto, como las experiencias y vivencias durante el camino, sin olvidar un gran trabajo posterior de recopilación y coordinación de la mayor cantidad posible de información. He aquí el resultado de todo ello. No obstante, cualquier aportación posterior que alguno de vosotros consideréis oportuna al leer nuestros datos, no dudéis en comunicárnosla y será debidamente reflejada. La intención, antes de comenzar la ruta, era seguir el itinerario marcado por las flechas amarillas que habitualmente señalan las direcciones que se han de seguir para discurrir a lo largo de un Gran Recorrido (GR). La práctica ha demostrado que la ruta está marcada con dichas flechas en muchos lugares, al igual que la Ruta Jacobea, pero en algunos sitios no es así, y es fácil perderse. Por ello, es altamente recomendable llevar mapas del Servicio Geográfico del Ejército de todo el itinerario, a escala 1:50.000.

Vía de la Plata mapa

A diferencia del Camino de Santiago, la Ruta de la Plata (más propiamente, la Vía de la Plata) permite hacer muchos kilómetros campo a través, sin ver población ni casa alguna, disfrutando de parajes de ensueño y de auténtico ciclismo de montaña. Por otro lado, hay que mencionar que las fuentes de agua son escasas, y por tanto el avituallamiento líquido y sólido es primordial, al igual que un mínimo de recambios, repuestos y herramientas.

La experiencia nos ha demostrado también que la gastronomía es maravillosa en toda la ruta. La naturaleza nos muestra su espectacularidad en la vegetación, las cañadas, las calzadas romanas, los monumentos y las bellísimas ciudades y poblaciones que se atraviesan. La diversidad de paisajes y todo lo anterior hacen de este trayecto una experiencia inolvidable.

Etapas de la Vía de la Pata en Bicicleta

Etapa 1. De Mérida a Cáceres, 80 km >>>

Etapa 2. De Cáceres a Plasencia, 96 km >>>

Etapa 3. De Plasencia a Guijuelo, 92 km >>>

Etapa 4. De Guijuelo a Salamanca, 59 km >>>

Etapa 5. De Salamanca a Zamora, 67 km >>>

Etapa 6. De Zamora a Benavente, 70 km >>>

Etapa 7. De Benavente a León, 71 km >>>

Etapa 8. De León a Felechosa, 82 km >>>

Etapa 9. De Felechosa a Oviedo, 50 km >>>

Historia

Antes de continuar, debemos advertir que nos hemos decantado por la terminología «Vía de la Plata» en perjuicio de «Ruta de la Plata», pues estimamos que conduce a ciertos equívocos, a veces interesados, identificar Ruta de la Plata con el itinerario Sevilla – Gijón, es decir, el trazado de la actual Carretera Nacional N-630, que no es el recorrido auténtico. Muchas son las teorías y las explicaciones que podemos encontrar sobre el significado de «La Plata» que prosigue al nombre de «Vía», «Calzada» o «Ruta». Lo que parece claro es que el término «Plata» nada tiene que ver con el preciado metal. Modernas investigaciones se inclinan por una etimología latina (platea = vía pública) o griega (platys = ancho). Más ajustada a la realidad, sin embargo, parece ser la raíz árabe del término; la expresión «balata», camino empedrado, es el origen del nombre actual, al que se ha llegado por evolución fonética.

Originalmente se trataba del itinerario utilizado para las migraciones estacionales entre el sur y el norte del occidente peninsular. El trazado se afianzó con la construcción de la calzada romana, hacia el siglo II a.C., convertido en ese momento en la principal vía de comunicación de las regiones por las que transcurre hasta bien entrado el siglo XIX.

En época romana se pavimentó el Camino de la Plata, y se le dotó de puentes que aún perduran, así como de miliarios (rollos graníticos que indican las millas y de los que se conservan algunos) y mansíos (lugares para el descanso de los viajeros, origen de actuales poblaciones).

Durante el período de apogeo de la Mesta, la Cañada Real de la Plata (o La Vizana) se situó parcialmente sobre la propia calzada romana, siendo utilizada masivamente para el traslado de ganado, hasta la aparición del ferrocarril y la carretera.

La Vía de la Plata se utilizó también masivamente por árabes y cristianos durante las luchas por las tierras de la meseta, y no menos importante fue el uso que durante el medievo se le dio como ruta de peregrinación a Santiago, de ahí el nombre de Camino Mozárabe del Sur, con que también se ha identificado.

La Vía Romana de la Plata se construyó, como el resto de calzadas romanas, con fines militares. Posiblemente se comenzase a construir en el año 139 a.C., pero con toda seguridad, durante las guerras civiles romanas, en que Quinto Cecilio Metello Pio establece tres asentamientos militares a lo largo de la ruta: Medellín (Metellinum), Cáceres (Castra Caecilia) y Puerto de Béjar (Caelionicco o Vicus Caecilius).

El trazado principal enlazaba Emerita Augusta (Mérida) y Astúrica Augusta (Astorga), así se le conoce en numerosas publicaciones como Iter ab Emerita Asturicam.

La calzada romana de La Plata es la más valiosa de la Península, por su importante patrimonio arqueológico, restos del pavimento, alcantarillas, miliarios, puentes y pasos de agua, destacando el fortín romano de Calzada de Béjar (Salamanca), construido durante el Bajo Imperio.

Esta impresionante obra, vehículo de comunicación durante siglos, es abandonada a su suerte desde finales del siglo pasado. La construcción de la carretera N-630 (Gijón Sevilla) y el ferrocarril entre Palazuelos y Astorga, hacen que la calzada pierda parte de su sentido. Sufre pues el olvido de las administraciones y un preocupante y progresivo deterioro, que posiblemente pueda aún detenerse con la ayuda de todos.

Bibliografía, direcciones y otros datos de interés:

«La Ruta de la Plata, de Sevilla a Santiago», de Juan Francisco Cerezo (SUA Edizioak, Bilbao 1996). De obligada lectura y compañía, antes, durante y después del viaje.

«Topoguía de la Ruta de la Plata», del Grupo Ecologista Alagón de Salamanca (Amarú Ediciones, Salamanca 1995). Guía completísima de la Vía de la Plata a su paso por la Comarca de Entresierras (Salamanca).

La Asociación de Amigos del Camino de Santiago – Vía de la Plata, en Fuenterroble de Salvatierra (Salamanca), nos ofrece su ayuda, a través de su web, o en el teléfono 923-151083.

El Hotel Torres de Guijuelo (Salamanca), a través de su director Manuel Torres, nos hace llegar la noticia de que ofrecerá descuentos especiales a los peregrinos – @migos del ciclismo que deseéis hospedaros en él. El teléfono del hotel es el 923-581451.

O bien, otra opción para pasar esa misma noche, la casa parroquial de Fuenterroble de Salvatierra (Salamanca), muy cerca de Guijuelo, y en la propia Vía de la Plata, contactar con el sacerdote, D. Blas, en el teléfono 923-151083.

Consejos Prácticos

Francisco Cortés, de Córdoba, nos ofrece algunos consejos añadidos, fruto de la experiencia por la realización de un trayecto de esta ruta, entre Plasencia y Mérida (sentido norte – sur) que también serán de utilidad: Las marcas amarillas marcan el sentido sur – norte. En sentido norte – sur las flechas son de color blanco, pero estas últimas son menos frecuentes. Entre Mérida y Plasencia, al menos, las flechas amarillas son abundantes, y a pesar de no contar con información muy detallada, permiten seguir la vía con bastante exactitud. En nuestro caso, que hicimos el recorrido en sentido norte – sur, sólo que había que volver la cabeza a menudo para comprobar la existencia de dichas marcas amarillas.

A la hora de preguntar a los habitantes de las zonas de paso, conviene tener en cuenta que normalmente se asocia «Ruta de la Plata» con carretera N-630, y no siempre saben orientarte por la auténtica Vía de la Plata. En algunas zonas los términos para denominar la ruta pueden ser confusos: vía, calzada romana, cañada real, vereda,… y se debe tener especial cuidado cuando confluyen Vía de la Plata con alguna vereda pecuaria, pues pueden enviarnos a cualquier otro lugar no deseado. Conviene preguntar expresamente por las famosas flechas amarillas.

Al igual que en el Camino de Santiago, en la Vía de la Plata existe una tradición de hospedaje al peregrino. Muchos pueblos y aldeas cuentan con lugares para alojar a los visitantes en tránsito (pabellones deportivos, colegios, locales de Ayuntamientos, juzgados de paz, etc.). La hospitalidad está a flor de piel, por lo que incluso si no existe un lugar habilitado, nos facilitarán alguna fórmula de alojamiento. Es recomendable, para la gente con pocos recursos económicos, al llegar al pueblo preguntar por el local para peregrinos; si es un pueblo pequeño cualquier vecino conoce al encargado que tiene la llave del mismo.

Para los que al llegar a Astorga, decidan dirigirse a Santiago de Compostela, en vez de Asturias, no sería mala idea añadir al manillar de la bicicleta o a las alforjas, una concha (vieira es mucho pedir), aunque sea recortada sobre un cartón, como símbolo del peregrino.


 

2 COMENTARIOS

  1. Acabo de realizar el Camino de Santiago en bicicleta y es una de las experiencias más increíbles que he podido sentir hasta el momento. He ido acompañado con mi novia y una pareja de amigos que nos recomendaron hacerlo con una agencia especializada en viajes al Camino de Santiago organizados. Salimos desde Roncesvalles e hicimos la ruta en 14 días pasando por Logroño, Burgos, Astorga, Ponferrada. Repetiremos seguro dentro de unos años!!

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