Dentro de la localidad de Tembleque destaca su templo. Dedicado a la Asunción de María la Virgen, fue levantado en forma de cruz latina y cuenta con una importante altura.
Alfonso VII por una Real Cédula otorgada en Palencia, hizo donación del pueblo de Tembleque a la Orden de San Juan de Jerusalén. Posteriormente, en 1241, el prior de dicha orden, dictó carta de repoblación del lugar y le concedió el fuero de Consuegra, villa a la que perteneció Tembleque hasta 1509.
La contribución de los temblequeños, fieles al Emperador, ayudó a la pacificación del reino de Toledo durante las Guerras Comuneras. En ellas, estuvieron bajo las órdenes del prior don Antonio de Zúñiga. Agradecido por esta ayuda, el emperador Carlos V les concedió el título de Muy Fieles y Leales, el 12 de enero de 1522. En 1624, residió en esta villa el monarca Felipe IV, entre cuyo séquito se encontraba don Francisco de Quevedo y Villegas.
El legado de Tembleque
La Plaza Mayor de Tembleque se ha convertido en símbolo de la población. Su estampa o cualquier detalle de este foro considerado uno de los más bellos de España, es familiar a simple vista.
Inaugurada en 1653, desarrolla una planta cuadrada con pórticos en las fachadas norte, sur y este. En ella se encuentra la casa consistorial. Airosa, elegante, majestuosa y coqueta, es, sobre todo, plaza de representatividad. Con talante, casi cortesano, verían los vecinos esta villa las fiestas de toros, los días de comedias y las exaltaciones patrias. Lejano queda aquel día en que fue inaugurada, más para servir dignamente de centro administrativo, lúdico y festivo que para trasiego de ganados y mercaderes.
Todo en esta plaza de Tembleque es armonía. La sensación que produce una plaza cerrada a modo de coso o gran corral de comedias se rompe con airosos accesos capaces de hacer que la plaza no termine en su propio espacio.
Tampoco hay que marcharse sin visitar la Casa-Palacio de las Dos Torres, una casona de carácter barroco de buena factura, con portada barroca. y el rollo jurisdiccional, símbolo de la justicia y de su nombramiento como villazgo.
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