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Brasil. ¿Hay mejor motivo para cruzar el charco?

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Con una cultura basada en la vida al aire libre, Brasil es la cuna de la fiesta y sus ritmos, el latir del país.

Brasil es uno de los países más sorprendentes que existen en la tierra. Con una superficie de más de 8,5 millones de kilómetros cuadrados, es el quinto más grande del mundo en área total y cuenta con una línea costera de más de 7.400 kilómetros.

Sus playas de arena blanca contrastan con los verdes bosques que también ofrece este destino, ideal en cualquier época del año debido a sus cálidas temperaturas. Y, entre todo ello, ciudades. Algunas coloniales detenidas en el tiempo. Otras, en cambio, tan modernas que ni imaginas su cercanía a paisajes formados por cañones rocosos o cascadas.

Imágenes hermosas que se funden con los ritmos festivos que inundan en aire que allí se respira. Sin duda, los brasileños se han ganado que el Carnaval sea su fiesta más reconocida.

Viajar a Brasil

Acostumbrados a viajar por Europa, a veces nos olvidamos de que cruzar el charco incluye una serie de complicaciones extra. La que más nos suena, porque en ciertos países europeos también hemos tenido que ponerla en práctica, es el cambio de moneda. En Brasil, la moneda que usan es el real, así que olvídate de llevar la cartera llena de billetes o monedas de euro.

De hecho, te recomendamos que el cambio lo hagas en España y con la ayuda de comparadores como cambiator.es. De esta forma, te asegurarás de que el cambio de euro a real sea lo más beneficioso posible para ti.

Pero eso no es todo. Para viajar a Brasil, teniendo en cuenta que lo haces en avión, necesitas llevar el pasaporte. Eso sí, no vale que esté a punto de caducar. Tiene que tener una vigencia mínima de seis meses en el momento de la realización del viaje. Con este documento, podrás permanecer en el país un plazo de 90 días.

Además, se exige que presentes el billete aéreo de ida y vuelta, junto al justificante de alojamiento. Este último puede ser la reserva de un hotel o la carta de invitación que pruebe que te vas a hospedar en casa de un amigo o conocido.

Y, si esto te ha parecido poco, entonces espera a tener que mostrar que tienes los medios económicos suficientes como para tu manutención. Vale con que cuentes con 170 reales, que correspondería a unos 80 euros.

Qué ver en Brasil

Si tenemos en cuenta que Brasil es uno de los países más grandes del mundo en extensión, comentar en un breve artículo lo que tienes que ver es, literalmente, imposible. Por ello, te recomendamos que, antes de viajar, lleves un itinerario claro y realista de lo que quieres visitar en función del tiempo que pases allí, la ciudad en la que te alojes y los medios de transporte disponibles a tu alcance.

Río de Janeiro. Debería considerarse un pecado viajar hasta Brasil y no visitar esta maravillosa ciudad. Es una de las más bellas que verás jamás. Destacan, ya no solo el paisaje, sino su cultura, el ambiente de sus calles y, como no, el famoso Cristo Redentor.

São Paulo. Cuando te decíamos que Brasil es un país de contrastes, nos referíamos precisamente a esto. São Paulo es la urbe más desarrollada del país y su centro económico. Contrasta por completo con la vida en Río de Janeiro. Totalmente urbanística, prima el comercio entre sus calles.

Brasilia. Capital del país, fue reconocida por la UNESCO como referente cultural. Así que si eres un gran amante de la cultura, no puedes dejar de ver su catedral o en puente Kubitschek. Además, la zona cuenta con entornos naturales como las cascadas de Itiquira.

Cataratas del Iguazú. No todo iban a ser ciudades, ¿verdad? A Brasil también se viaja para disfrutar de escenas increíbles que se quedarán grabadas en tu memoria para siempre. Y es que la belleza de este espectáculo natural no lo captará bien ni en mejor móvil del mercado.

Florianópolis. Aquí encontrarás algunas de las mejores playas del país. De carácter salvaje, son perfectas para realizar actividades acuáticas. Además, los pueblos costeros de alrededor están llenos de vida.

Galés. Esta playa, algo perdida, es la naturaleza en sí misma. Algo así como estar en «Supervivientes». Con aguas cristalinas, priman los arrecifes de coral y el sonido de los animales.

Brasil y su gastronomía

La feijoada. Es uno de los platos más tradicionales. Se trata de un guiso hecho a base de frijoles negros y carne de cerdo deshidratada. Servido con arroz y naranjas, lleva un poco de harina de yuca espolvoreada.

Tacacá. De nuevo la yuca es una parte esencial del plato. De hecho, esta sopa es de caldo de yuca y hojas de jambú. Un caldo al que se le añaden camarones y se vende en la calle.

Arroz cocido con pequi. Hecho con una fruta de un sabor fuerte, se acompaña con arroz, como su propio nombre indica, y un poco de pimienta.

Pirarucu de casaca. Típico del norte de Brasil, es una receta que se realiza en horno y que se hace una con mezcla de perejil y cebolla, aceituna, plátanos fritos carne de pescado y leche de coco.

Cocada. Este dulce es uno de los más tradicionales y seguro que, por su nombre, ya imaginas cuál es el ingrediente principal. Con coco rayado y azúcar moreno, estas bolitas son muy fáciles de encontrar por las calles de diferentes ciudades.

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